La pintura de Felipe Candel (Sevilla, 1957) es pausada y reflexiva, elegante, minuciosa y cargada de conocimiento. Sus composiciones hablan de un modo hacer concatenado en el que las variaciones suponen un lenguaje análogo a su mayor fortaleza, el conocimiento de la propia pintura, a la que ha dedicado décadas de infatigable trabajo y que han culminado sus recientes creaciones, obras de gran formato que sobrecogen al ser contempladas y transmiten un silencio envolvente que atrapa al espectador en una espiral de planos y recursos técnicamente impecables y formalmente atrayentes.
Su trabajo se ha mostrado en instituciones y galerías de Sevilla y Madrid desde los años 80, siendo la exposición individual Wallpaper (2014), la última oportunidad que tuvo esta ciudad de disfrutar de su pintura en directo.